sábado, 12 de marzo de 2011

Hoy me siento totalmente invitado por Dios

Siempre me he hecho la misma pregunta: porque a mí, siendo un pecador como soy, Dios me ha llamado su servicio? Pero la respuesta siempre la encuentro en el Evangelio que hoy escuchamos. "Yo no he venido a salvar a los justos, sino a los pecadores para que se conviertan", acá se encuentra la doble misión; por un lado, sentirse necesitado de Dios, reconocer el pecado y luchar por salir de allí, descubrir las innumerables acciones que el Señor realiza en la vida de cada uno para continuar Su misión entre nosotros; la otra, es luchar contra mis propias limitaciones para que ese anuncio del Señor no se vea marchitado por mis conductas y pecados.
Dos elementos complejos que, en este tiempo de cuaresma 2011, se convierten en un esfuerzo constante y una meta deseable. Se que siempre he cometido mis fallas y mis errores, porque soy un ser humano revestido del amor de Dios. Lucho a cada instante contra mis propias miserias para que este "tesoro que porto en vasijas de barro" sea conducido al destino que Dios le tiene reservado.
Seguir al Señor no es fácil, las tentaciones siempre están presentes, los falsos amigos se hacen manifiestos y buscan tu caída para luego señalarte y restregarte tus debilidades para que seas la humillación y el desprestigio de una misión que llevas en tu corazón.
En este tiempo de cuaresma vivamos unidos a Dios, busquemos en Él nuestras fuerzas para que nada, ni nadie nos robe nuestro más preciado tesoro. Yo oraré por ustedes y espero que ustedes me tengan presentes en sus valiosas oraciones.

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