martes, 2 de febrero de 2010

Nuestra Señora de la Candelaria, Ruega por Medellín

En varios lugares de Colombia, se rinde culto a la Virgen de la Candelaría, pero es en Medellín -ciudad de la cual es su Patrona con la denominación de "Nuestra Señora de la Candelaría"- don los fastos han cobrado notoriedad en las manifestaciones religiosas de ese país, ya que esa denominación y patronazgo fueron instituidos, nada menos por la Real Cédula de 22 de noviembre de 1674 expedida por la reina Maria Ana de Austria. Desde la fundación de Medellín, Nuestra Señora de la Candelaria "cubre con su manto el paso de las generaciones que han dejado su memoria como una estela de luz en el firmamento de la inmortalidad".

Es la fiesta patronal de la Arquidiócesisde Medellín. Bien podemos definir nuestra Iglesia Arquidiocesana como una “gran familia que tiene por madre a la Madre de Dios”. Ella, María, es a la vez modelo de discípula y auténtica misionera.

1.- Discípula.- En el Documento Final de la V ConferenciaGeneral del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (APARECIDA),  se afirma que María  “por su fe (cf. Lc 1,45) y obediencia a la voluntad de Dios (cf. Lc 1,38), así como por la constante meditación de la Palabra y de las acciones de Jesús (cf. Lc 2,19.51), es la discípula más perfecta del Señor. Interlocutora del Padre en su proyecto de enviar su Verbo al mundo para la salvación humana, María con su fe, llega a ser el primer miembro de la comunidad de los creyentes en Cristo, y también se hace colaboradora en el renacimiento espiritual de los discípulos” (APARECIDA n.266)

2.- Misionera.-“Perseverando junto a los apóstoles a la espera del Espíritu (cf. Hch 1,13-14), cooperó con el nacimiento de la Iglesia misionera, imprimiéndole un sello mariano que la identifica hondamente. Como madre de tantos, fortalece los vínculos fraternos entre todos, alienta a la reconciliación y el perdón, y ayuda a que los discípulos de Jesucristo se experimenten como una familia, la familia de Dios. En María nos encontramos con Cristo, con el Padre y el Espíritu Santo, como así mismo con los hermanos.”(APARECIDA  n.267).

3.- Madre de la Iglesia.- Como en todas nuestras familias, también en esta gran familia que llamamos Iglesia, la madre es la que genera amor, ternura. Ella es modelo de humanidad, es verdadera autora de la unidad. Es muy importante meditar en la Iglesia como gran familia, por tanto no es una “empresa”, no es una pura organización de orden caritativo o benéfico. Lo que nos hace Iglesia es el hecho de haber recibido la gracia del Bautismo, es decir estamos recibiendo la vida divina que nos comunica Jesucristo el hijo de la Virgen María. Orientados por el ejemplo de María y por la fuerza de la gracia de Cristo, somos capaces de aprender a vivir como hermanos en una auténtica vida de solidaridad, de perdón, de reconciliación.

La imagen de Nuestra Señora que lleva en sus manos al Niño Dios cuando es presentado en el templo, ha de despertar en nosotros sentimientos de perdón, de reconciliación, de solidaridad. Será muy importante que al celebrar estas fiestas de Nuestra Señora de la Candelaria, que bien pudiéramos llamar también Nuestra Señora de la Luz, volvamos sentir la urgencia de acercarnos a Ella, la Madre de Jesús, para que nos haga comprender que somos también nosotros discípulos y misioneros y por lo tanto nos hemos de distinguir por los valores cristianos que animan nuestra existencia personal y social. Guardemos en nuestro corazón este interrogante: ¿como iluminamos la realidad de nuestra vida para avanzar por los caminos de la paz, el perdón, la reconciliación?

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