lunes, 8 de febrero de 2010

Tocarlo

Agradable poder encontrar este texto del evangelio de Marcos, sentir que la gente se acercaba a Jesús, compartía con Él, buscaban la manera de hacerse vecinos, cercanos. Pero existe un elemento que me llama la atención en mi reflexión, que al “tocarlo” quedaban curados.
Muchos pueden interpretar este momento como el simple hecho de extender la mano y tocarle su ropaje, yo lo miro un poco más allá. Cuando permitimos que nuestra vida “toque” la de Jesús.
Me he encontrado con la reflexión de que el Maestro se encuentra atento para tocar nuestro interior. Hoy refuerzo la afirmación con que hoy, el Señor quiere que nosotros hagamos nuestra parte y le acerquemos nuestro corazón para tocarlo.
Es la doble dimensión de los milagros de Jesús: la curación externa, de las enfermedades, de las limitaciones físicas, entre otras; que si solo se hablara de estas pasaría como un curandero más de su tiempo; pero el Señor habla también de otra curación y es la del interior, la que mueve la fuerza de nuestro corazón, que busca la felicidad, que orienta hacia la plena realización de la persona. Tanto la una como la otra Dios esta dispuesto a brindarnos. Hagamos nuestro esfuerzo y acerquémonos a tocarlo.

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