viernes, 5 de febrero de 2010

Tomar decisiones


Que difícil es tomar decisiones, pero soy un convencido que el éxito de la vida no es tomar las correctas, sería lo mejor, pero no es indispensable para ser feliz. Descubro a mucha gente atormentada por lo que pueden decir los brujos, magos o hechiceros sobre lo que les depara el futuro, muchos otros la primera parte que leen del diario es lo que se dice sobre su signo zodiacal. Digo para mí: “triste de aquellos”.
Seguramente esta joven muchacha que se arrima a su madre para pedirle un consejo (Mc.6,14), sería en el día de hoy una gran fanática de la lectura del tarot, o del cigarrillo o no se que otras cosas.
La vida es para vivirla, no para condicionarla, incluso en aquellos momentos en los cuales nos damos cuenta que nos hemos equivocado. Y esto por algunas sencillas razones:
-       Poder disfrutar, es bueno cuando vamos de viaje tener ganas de llegar, pero es genial sentir que puedo disfrutar del trayecto. No tengamos afán de arribar a conseguir este o determinada situación. Mira con alegría el momento que estas pasando.
-       Sentir la capacidad de maravillarse, cuando necesitamos urgentemente saber que sucederá mañana, sentir que todo tiene que ser perfecto, gastamos tantas energías en preocuparnos de lo que no debe suceder que olvidamos maravillarnos de lo que sucede.
-       Aprender de los errores, ser conscientes que aunque las cosas no vayan bien y lo esperado no resulte, siempre se aprende.
-       Equivocarse hace bien, saber que he cometido un error, ayuda a la humildad, a sentir que no somos más, ni menos que otros, que somos iguales de frente al amor de Dios.
-       Siempre sentir que Dios nos acompaña y no presiona mi libertad, solo esta a mi lado para sugerirme, motivarme, y prestarme su vida en mis días de dolor.
La vida es un regalo de Dios para disfrutar, para cantar, para alegrarnos, para cada día maravillarnos. ¿será que nos gusta vivir en la “muerte”?

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